Si a estas altura de la película, hay alguien que todavía no se ha enterado, que vivimos una crisis de carácter mundial sin precedentes. Que el señor todopoderoso bendiga su cuenta corriente. Para el resto de los mortales, para aquellos que vivimos bajo el yugo de una hipoteca. Y para aquellos que somos flagelados en los flancos, por diez cohortes de Euribores. Para todo nosotros va dedicado este artículo.
El mundo del cine desde sus inicios ha tratado, con distinto acierto, el mundo del pobre y el desheredado. La figura del perdedor (pero honrao), ha sido siempre un recurrente en el séptimo arte. Hollywood siempre supo poner en imágenes, las miserias y penurias de su principal consumidor. El vulgo.
Desde que Chaplin conquistara el corazón (y la mente) del mundo con su vagabundo, hasta las ultimas telenovelas latinoamericanas. Son múltiples los ejemplos del sufrir del honrado pobre en contraposición al avaro y malvado rico. Y aquí repasaremos alguno de ellos. Y así, mientras esperamos que nos toque una primitiva, nos regodearemos en quien alguna vez lo paso peor que nosotros.
Y empezaremos por Oliver Twist. (A Chaplin me lo salto, por que necesitaría por si solo las obras completas de Calderón y Lope, completas). Con “Oliver Twist” (1948) David Lean pinto una de las obras mas hermosas jamás rodadas en blanco y negro. La fotografía de Guy Green, es simplemente inmejorable. En ella asistimos a las desventuras de un pobre niño huérfano, oprimido y aterrorizado por la densa niebla victoriana. Una sola frase del filme-novela, encierra las bases de toda lucha de clases. Mientras Oliver sujeta su cuenco vacío de comida y calor, y dirigiéndose al alguacil del hospicio. Dice: “Señor, quiero mas”. Y eà!, las bases del socialismo quedan impuestas.
Unos años antes, en America, el gran maestro John Ford, nos trajo el mas impresionante retrato de la depresión que asolo Estados Unidos en la década de los treinta. “Las uvas de la ira” (1940) Aquí un magnifico Henry Fonda, nos sumerge el viaje iniciático, de unos granjeros, que tras perderlo todo. Se vuelven inmigrantes en su propio país. El retrato voraz que nos brinda Ford de la America de esos tiempos, y la dignidad que exhiben sus protagonistas. Es simplemente subyugante hasta la medula.
En Europa a su vez, después de la segunda guerra mundial. Es Italia sin duda la que marca tendencia con su Neorrealismo, en esto del cine mendicante. Podríamos referirnos a decenas de filmes italianos de posguerra. Pero yo me voy a quedar con uno, por afinidad personal, y por que de la trilogía neorrealista del gran Vittorio de Sica. Es seguramente la mejor, la mas dura, la que mas trabajo le costo hacer y la que menos repercusión internacional tuvo. Me refiero a “Umberto D” que con “Milagro en Milán” y “Ladrón de bicicletas” conforman la dicha trilogía. Esta película, que hay que verla con un paquete de Kleenex de los gordos y un ventolin, es un hermoso retrato de lo que hoy se llama “pobre vergonzante”. Y nos narra la historia de un jubilado que malvive de su pobre pensión, sin mas compaña que su perrito Flike. Snif…
Pero en España, no nos quedamos atrás, no se crean. Aquí tenemos a Berlanga, que con su tremenda “Placido” 1961 creo el neorrealismo a la española. Con menos medios y mucha más desvergüenza.
En una pequeña ciudad de provincias, unas señoras idean una campaña navideña bajo el lema «Ponga a un pobre en su mesa«, el programa de la fiesta incluye una cabalgata y, para ello, contratan a Plácido, el propietario de un motocarro. Sin embargo, éste tiene un problema, ya que una de las letras del vehículo vence el mismo día de la cabalgata y no la puede pagar.
Berlanga con esta película, estampa una crítica mordaz sobre la hipocresía burguesa y la desdicha burocrática, en to los morros del régimen.
Y me quedo con otra película española, que para eso me toca el honor patrio. Y es que no puedo pasar por alto “El pisito” Marco Ferreri 1958. Con guión de Rafael Azcona y del propio Marco Ferreri. Donde el siempre grande José Luis López Vázquez, hace de Rodolfo, un simple al que le encantaría casarse con su amada Petrita. Pero ante la imposibilidad de comprar un piso (os suena de algo), se vera empujado a casarse con una anciana. La cual espera que fallezca pronto y así heredar el pisito. Pero la vieja no la palma ni pa’tras. Una gran película de humor negro, que ríase usted de “Arsénico por compasión”
Y bueno podíamos citar mil ejemplos más, pero creo que la idea ya esta servida. Y es que la historia siempre se repite. Y que lo de la crisis esta, seria mejor ir a hacérnoslo mirar. No vaya a ser que el que aquí subscribe tenga que redactar el próximo articulo desde la beneficencia. Y es que cuando veo que “Slumdog Millionaire” se ha llevado todo los Oscars de calle, se me abren las carnes. Voy a ver si queda algo en la nevera.
“Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”
Dicho popular